Colombia ganó con el corazón y clasificó primera del grupo
Por: César Augusto Londoño

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No fue el mejor partido, resultó más peleado que jugado, la alineación de José Pékerman no tenía reparos con Carlos Sánchez y Mateus Uribe en primera línea de mediocampistas, más Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero y James Rodríguez en la segunda, recordando el equipo que venció a Costa de Marfil 2-1 hace 4 años en el Mundial de Brasil, y como todos los partidos de este campeonato, resultó sufrido y dramático.

Sufrido porque Colombia nunca encontró el correcto manejo del balón y tuvo que recurrir a las ganas, la entrega al límite y la fuerza para sacar adelante el partido. Dramático porque Senegal, que estuvo mucho tiempo clasificado, terminó desesperado e impotente ante el cerrojo colombiano, que no tuvo oportunidades de gol y solo en un tiro de esquina preciso de Quintero, apareció la cabeza impecable del “Ángel Negro” Yerry Mina, para anotar a los 74 minutos y decidir la clasificación colombiana sin depender de la victoria de Polonia 1-0 sobre Japón, que fue segundo en desempate por el ítem del Fair Play.

La Selección estuvo 60 minutos por fuera del Mundial de Rusia, por los dos empates que se presentaban en el grupo y se salvó de un penalti sancionado por el árbitro Milorad Mazic a los 16 minutos, por que el VAR hizo cambiar la decisión, debido a que Davinson Sánchez llegó primero a la pelota que Sadio Mane y no fue falta.

En el primer tiempo Colombia no pudo, entregó muy mal y le costó ejercer tenencia. Senegal apretó y fue dominador pero sin hacer daño, pues no generó ninguna oportunidad de gol, ante una defensa que no fue muy segura. Pero en el segundo tiempo el partido cambió, Senegal parecía tranquilo con el empate que lo clasificaba y el equipo nacional empezó a ganar terreno y darle manejo al balón, pero sin profundizar y sin llegada, respaldado por un trabajo defensivo que fue exitoso.

Luis Fernando Muriel, que reemplazó a James a los 31 minutos por dolencia del número 10, lo intentó a los 65 con un remate fuerte que desvió Sane. El partido fue demasiado cerrado y difícil para ambos. Colombia volvió a tener en la pelota quieta y en la cabeza de Mina la fórmula ganadora. Polonia superó a Japón, pero el 1-0 de Samara fue suficiente pasaporte para avanzar a octavos de final. Un clasificación que celebramos todos, que hoy se logró con una alta dosis de amor propio, que a veces es el argumento para resolver problemas de fútbol y creación.

Hoy aplaudo la valentía de todos los jugadores de Colombia, pero varios quedaron en deuda y tendrán que recordar que si quieren seguir escalando esta torre de sorpresas, tendrán que volver a lo que mostraron ante Polonia.   

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