El delantero y capitán de la selección peruana Paolo Guerrero, del Flamengo brasileño, fue multado y suspendido de conducir durante un año al negarse a realizar un control de alcoholemia en Río de Janeiro.
La Policía aseguró que Guerrero se negó a soplar para verificar si se encontraba en estado de embriaguez durante un operativo vial en la capital carioca.
Las autoridades comprobaron, además, que el jugador conducía el vehículo con su licencia vencida, por lo que fue multado con 760 dólares y suspendido para conducir durante un año.
"Se negó a soplar, no quiso hacer el test para saber si estaba embriagado y además estaba con la licencia de conducción vencida. El vehículo fue retenido y solo lo retiró un compañero suyo que aceptó hacerse el análisis y dio negativo", señalaron las autoridades.
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