Millonarios cumplió 72 años. Ya está grande dirían algunos. Se equivocan, Millos no está grande, nació Grande. No solo los que tuvimos la suerte de vestir su camiseta, ni los fanáticos, ni los barras, todo aquel que tuvo la oportunidad de presenciar un partido en el Campín puede comprobar que estamos frente a un espectáculo popular y multitudinario.
Miles de personas vibrando y empujando a esas camisetas azules que luchan por ganar.
Millonarios es un grande, en Colombia, en Sudamérica y en el mundo. Su nombre es el primero que se viene a la mente de cualquier persona extranjera a la que pregunten por un club colombiano. No es cualquiera. Millonarios no puede jugar a otra cosa que no sea a ser protagonista y a ganar, en casa o fuera, acá o allá.
Cuando tuve la dicha de ser su entrenador, mi única preocupación era encontrar los jugadores ideales para nuestro planteamiento. Nuestra idea no podía ser otra que buscar el triunfo en todos nuestros partidos, no se podía especular. Teníamos la tremenda responsabilidad de conducir un equipo que debía estar a la altura de la historia de los mejores. Lo intentamos y bien o mal nuestro equipo peleó hasta el final por regalarle esa estrella tan deseada a todos los embajadores.
No nos alcanzó pero el afecto y cariño que nos brindó la hinchada fue tanto que solo nos dejó ese deseo de volver algún día por ese premio tan querido. Por su cumpleaños levanto mi copa y brindo por el mas grande.
Por el que nació grande! Gracias por tanto! Te llevaré toda la vida en mi corazón!!
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