Qué es más de lo mismo ?. Que desde la salida de Ezequiel Cano no hay un goleador-goleador ; que el DIM crea situaciones de peligro, pero engrandece la figura del arquero rival ; que la mira le apunta a los palos y no a la red; que se juega con angustia reflejada en el marcador; que sin Quintero, le cuesta manejar los tiempos del juego, porque Cataño actúa bien 25’ y luego se diluye, mientras Atuesta no redondea la faena ; que entra en rachas de adversidad, como la de los últimos 15 puntos, de los cuales solo consiguió 1 .
Más de lo mismo es que el rival le reduce espacios y en el afán de atacar con mucha gente, el onceno local muere por contragolpe y con la defensa desnuda como en los dos goles de BULETICH, en los minutos 51 y 83’ con una llanura entre la mitad de la cancha y el arco de David Gozález; que por avanzar con desespero, su bloque de seguridad termina desequilibrado. Que va arriba con Toloza, Castro, Viola, Lopera, Macías, Yairo y Atuesta y la pelota no entra, marcando un ritmo loco, al que le caerían bien algunas pausas, para abrir luego el boquete de remate, con la aparición de un compañero en ‘’zona muerta’’.
Más de lo mismo es que en el desespero por empatar, Erramusppe y Echeverría terminen jugando de pivotes en los 16.50 rivales, buscando un cabezazo salvador y que la pelota no entre a pesar de los esfuerzos de toda la infantería, la artillería y la fuerza aérea… y esos zagueros centrales no estén en su posición a la hora en que el enemigo llega con ventajas posicionales.
Rionegro , que en el primer tiempo no le dió ni las buenas tardes a David González, hizo el primer gol comenzando la complementaria y ganando la espalda de Macías, quien lució cansado porque venía de una lesión y por ende sin ritmo. Con el 0-1 comenzaron los problemas del rojo. Se desbocó en ataque y el conjunto aguilucho jugó a espaldas de Atuesta , Yairo, Lopera y Macías. Excelente interpretación del DT Diego Edison Umaña.
Por las mismas vías trabajaron el 2-0, y cuando LOPERA hizo el descuento a los 88’, ya llegaba la noche.
Las Águilas conocedoras de sus limitaciones en ataque, se dedicaron 45’ a reducir espacios hacia atrás y esperaron alguna cacería de contragolpe. En la segunda parte siguieron sostenidos por el trabajo de su arquero Cardozo, los palos y la mala puntería del DIM. Aparecieron Buletich con sus dos balas letales y el respaldo de Muñoz y Hérnadez y así volvieron a ganar después de mucho tiempo.
El equipo de Peláez, otra vez apeló al orgullo poniendo el alma y jugando a la ‘’heróica’’, pero en 12 llegadas, solo acertó en una y atrás se vió descompensado.
Razones suficientes, para explicar un sueño roto y otra jornada de corazones encogidos.
No les parece ???
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