Nacional entró con el pié izquierdo a los cuartos de final de la Liga II. No solo perdió, sino que quedó en deuda con el juego y no pudo romper la telaraña rival con 10 enemigos por detrás de la línea del balón y ajustó 4 jornadas sin marcar gol, hecho que no sucedía desde febrero del 2009. Tolima al cierre colectivo de los espacios, le agregó la reiteración de faltas para que los verdolagas no tuvieran continuidad en el ritmo del partido.
Con un arquero, cuatro defensas y cinco volantes, Gamero trancó la puerta para apostar después a las transiciones hacia la meta de Armani, quien volvió a lucirse al rechazar un penal cobrado por Ángelo Rodríguez a los 68’, aunque no pudo evitar el gol de la derrota a los 73’ en un cabezazo de SERGIO MOSQUERA, a tiro libre de Arboleda. Aguilar perdió en el hombre a hombre frente al autor de la victoria y Ruiz que cubría la misma zona, tampoco anticipó .
Sorprendió ver a Bocanegra por el carril izquierdo. Mejoró en el segundo tiempo, cuando Nacional pasó a una defensa de cuatro jugadores y volvió a su lado natural. Tampoco le fue bien a Cuesta, recorriendo el sector del lateral derecho y el trío de Macnelli- Nieto- Aldo, dejó el talento en el vestuario. Nacional en el Murillo Toro, mostró una “desorganización organizada”. Muchas permutas posicionales (seguramente entrenadas), para evitar la referencia de marcas del rival. A esa idea colectiva en la cual el jugador que se mueve, tiene siempre a un compañero que ocupa el espacio dejado, nunca le agregaron chispa y magia y por eso el fútbol se hizo chato.
Para ajustar el panorama de tinieblas, en las pocas veces que los verdolagas pisaron el área no tuvieron definición. Ruiz a los 40, en un mano a mano , no pudo vencer a Joel Silva. Cabezazo del mismo jugador a los 82’, que se estrelló en el travesaño. Remate de Arley Rodríguez a 4 metros del arco, que pasó a un dedo del vertical (92’) y de nuevo Ruiz a los 95’ en otro mano a mano, salvado por Joel con el pié. Cuatro posibilidades y ni una sonrisa. Los vino tino llegaron 3 veces : en dos salvó Armani y en la otra llegó el gol.
No acertó el visitante en la filtración de pases, ni en la finalización de los ataques. Sus volantes fueron enjaulados por la táctica adversaria y terminaron actuando con más ofuscación que inteligencia . Lillo no ha encontrado el equipo, porque cambia muchos jugadores en cada partido, lo que de por sí es un problema. Pero si en la cancha los futbolistas no desequilibran (como ejecutantes que son de la táctica), el paisaje termina en neblina.
La última oportunidad que tendrá Nacional para avanzar a semifinales, será el próximo sábado.
Sus hinchas tendrán que rezar todo lo que saben, para que Macnelli sea el Macnelli de antes ; para que los defensas no vuelvan a equivocarse ; para que Nieto no siga pasando de puntillas en la cancha ; para que aparezcan más reyes que peones…y para que Dayro retorne mostrando otra vez que es más que Ruiz y Arley, juntos.
Ojalá todo cambie, para que la alegría no remate en duelo !
No les parece ???
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