Por Cesar Augusto Londoño
La solicitud de investigación a Conmebol del presidente de la Dimayor, Jorge Fernando Perdomo, al presidente de Difútbol, Álvaro González Alzate, tomando como argumento de posible corrupción un artículo de la revista Semana del 3 de diciembre de 2017, parece más una reacción desesperada del presidente de la rectora del fútbol profesional por mantenerse en el cargo ante el descontento general, que una acción investigada y que pretende ayudar a sanear el fútbol internacional.
Han pasado cinco meses desde que globosporte.com reveló un registro contable de Conmebol donde figura una lista de egresos a dirigentes. Allí aparecen algunos de los condenados por el caso #FifaGate, pero también otros que no han sido acusados por los fiscales que llevan el caso, como González Alzate, que aparece en el último renglón de 21 dirigentes relacionados, recibiendo 50.000 dólares según el documento contable.
Si el afán de transparencia era tan claro, la investigación se debió pedir en ese momento, no por una nota de prensa, si no por una pesquisa a fondo practicada por el interesado. Lo de ayer se desencadena como una reacción a la ruptura de relaciones entre los dos dirigentes, por tres interferencias de Jorge Perdomo en temas del manejo de Difútbol:
1° El tema del fútbol femenino cuando se hizo la Liga con jugadoras aficionadas que la Dimayor convirtió en profesionales sin tener en cuenta los derechos deportivos.
2° La firma de contrato con Bavaria para manejar el Pony Fútbol con jugadores menores de 12 años, que es del resorte de Difútbol.
3° La convocatoria de jugadores aficionados de todo el país por el convenio con el Bayern Múnich que se le entregó al Club Patriotas.
Estas tres injerencias en terrenos del manejo de González rompieron la relación y por eso hoy Perdomo pide la investigación, pues cuando no hubo enfrentamiento permaneció en silencio.
El contrato que dice tener González con Conmebol lo tendrá que investigar la comisión de transparencia de la entidad. Pero esa solicitud no puede tapar la pésima y lamentable gestión de Perdomo al frente de Dimayor. La cantidad de errores cometidos, su afán por mantenerse en el cargo buscando respaldo a través de viajes y una clara intención política aspiracional, son los motivos que llevaron a muchos clubes asociados en la entidad que preside a buscar su salida del cargo.
“El argumento que varios han puesto a rodar en mi contra es haber tenido la osadía de denunciar ante la Conmebol, como si la corrupción y la moral no fueran la bandera del fútbol, más después de los escándalos del Fifagate. No quisiera pensar que el presidente de la Federación, Ramón Jesurún, esté en la cabeza de esta confabulación”, declaró Perdomo.
