Disfrutamos, nos ilusionamos, sufrimos, hicimos toda la fuerza del mundo, nos quedamos sin uñas, nos hicieron soñar, volvieron a unir al país con el buen Mundial que jugaron en Rusia. El sentimiento de la mayoría por esta Selección Colombia es de gratitud, de apoyo, de cariño, de amor por el tricolor nacional, representado en un equipo de fútbol que cuando sale a la cancha despierta las mejores pasiones y genera las sensaciones más extremas.
Ante Inglaterra, Pékerman hizo un gran planteamiento, una cosa era afrontar el partido con James Rodríguez y otra sin él, como sucedió. Le cerraron todas las posibilidades a Harry Kane, Sterling, Ali, Lingard y compañía; con un planteamiento de seguridad bien ejecutado. El trabajo individual y de relevos fue casi perfecto, con salida de los laterales y un despliegue incansable de Falcao. Solo el penalti de Carlos Sánchez a Kane permitió el gol de los ingleses, de resto nunca fueron claros.
El empate, imposible y fantástico, de Yerry Mina al minuto 90 +4 con el cabezazo en el tiro de esquina de Cuadrado, le dio otro aire a Colombia y una segunda vida. El ingreso de Bacca, Matheus y Muriel cambió la dinámica del partido, la selección dominó el primer tiempo suplementario ante un desconcertado y errático equipo británico, que sin embargo, tuvo calma y fue superior en el segundo del suplemento.
La definición desde los 11 metros fue de alta tensión. Cuando Ospina atajó brillantemente el cobro de Henderson, que le quiso manejar todo el partido al desastroso y parcializado árbitro Mark Gieger; con el 3-2 a favor después de 6 cobros, parecía que el milagro se daba. Lamentablemente no pudieron concretar Matheus y Bacca y la ilusión murió en la mano izquierda del arquero Pickford, quien hizo una gran parada.
Ante Japón fue un partido anormal porque se jugó con 10 desde los 3 minutos, las dificultades obligaron a una nómina improvisada que luchó, empató, pero al final no pudo. Contra Polonia jugaron el mejor partido desde el Mundial de Brasil, frente a Senegal ganaron con valentía y seguridad, pero Inglaterra nos mandó a casa, con la frente en alto, en dramático juego. Colombia ganó 2 partidos, empató uno y perdió otro, marcó 6 goles y recibió 3, en pelota parada. El balance fue positivo y la actuación más que decorosa.
Balance individual
David Ospina: No cometió ningún error, trabajo seguro e impecable. Nos desbordó la ilusión ante Inglaterra.
Santiago Arias: Gran trabajo, cerró su zona, mostró su madurez y fue el defensa más regular en todo el proceso al Mundial de Rusia.
Yerry Mina: Nuestra figura en Rusia, los 3 golazos de cabeza hicieron olvidar pequeñas inseguridades al comienzo. Pékerman lo recuperó de su inactividad en el Barcelona.
Davinson Sánchez: Jugó mal ante Japón, pero se afianzó y volvió a ser el gran zaguero del Tottenham.
Johan Mojica: Llegó a la titular por la lesión de Fabra y respondió con creces. Gran despliegue y facilidad para centrar.
Carlos Sánchez: Tuvo el infortunio de los dos penaltis y la expulsión, pero fue disciplinado y laborioso.
Jefferson Lerma: Presencia y rendimiento. Fue una grata apuesta.
Willmar Barrios: El mejor de la primera línea, incansable y con gran producción.
Juan Fernando Quintero: Es diferente y talentoso, tuvo intermitencias, gran partido ante Polonia pero quedó debiendo ante Inglaterra.
James Rodriguez: Cuando pudo lo hizo bien, la rompió ante los polacos. El equipo lo extrañó.
Juan Guillermo Cuadrado: Sabe ser importante, brilló contra Polonia, siempre jugador de ida y vuelta.
Falcao: Dejó el corazón en la cancha, le llegaron pocos balones claros, siempre será peligroso y su gol ante Polonia fue el premio a una vida de esfuerzo.
José Heriberto Izquierdo: No pudo hacer nada en los 69 minutos que jugó ante Japón.
Carlos Bacca: Cuando ingresó fue importante, llegó en buen nivel y lo demostró. Lástima el penalti.
Mateus Uribe: Pudo haber jugado más. Cuando estuvo en cancha aportó. Mediocampista moderno de muchas condiciones, pero debe afianzarse.
Abel Aguilar: Los 32 minutos ante Polonia los jugó bien.
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