El Hoffenheim y el Bayern Munich aplicaron un curioso ‘castigo’ a los aficionados que asistieron al partido de la jornada 24 que ganaban los visitantes 0-6, cuando un grupo de ultras del club bávaro desplegaron carteles insultantes contra el dueño del local, Dietmar Hopp; por lo que los jugadores se dedicaron a pasar el balón los últimos diez minutos entre uno y otro, sin importar si era rival o compañero.
UN MENSAJE DIRECTO PARA LOS VIOLENTOS EN ALEMANIA#BundesligaxFOX | Los jugadores del Hoffenheim y del Bayern München están todos en la mitad de la cancha pasándose la pelota para hacer correr el tiempo y que finalice el partido. pic.twitter.com/wam4kVfs9F
— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) February 29, 2020
El árbitro central interrumpió el partido por cinco minutos para luego reiniciarlo y mientras tanto los dos equipos habían acordado entre ellos su huelga de brazos caídos en solidaridad con Hopp.
En los minutos finales del partido, Hopp y el presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, estuvieron juntos, de forma significativa, al lado de la banda y en el centro del campo.
Hopp, fundador del consorcio informático SAP, creó el Hoffenheim prácticamente desde la nada; lo llevó a la primera categoría del fútbol alemán e incluso a jugar la Liga de Campeones.
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