El portero del Porto, Iker Casillas, dijo que regresar a la competencia no será fácil, luego del infarto que sufrió el 1 de mayo de 2019, aunque su futuro deportivo lo conocerá cuando acabe la pandemia del coronavirus.
“Cuando sucedió el infarto hace un año, estuve un mes prácticamente, no triste, sino con miedo a caminar, con miedo a dormir en la cama, con miedo a hacer ejercicio. Era imposible. Ahora por suerte me encuentro fuerte, me encuentro mejor que antes”, dijo Casillas en entrevista con la web del club.
"Volver a jugar creo que va a ser difícil. Hace un mes y medio estuve con el doctor en la ciudad deportiva del Porto, me vieron que estaba bien, me hicieron una prueba de esfuerzo y quedamos para repetirla en abril", agregó.
Casillas, quien llegó al equipo portugués en julio del 2015, espera la recomendación de los médicos para saber si seguirá en competencia o se dedicará a la candidatura por la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol.
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