El partido entre Querétaro y Atlas, por la novena fecha del Clausura de México y que se disputaba en el estadio de La Corregidora, fue suspendido como consecuencia de actos de violencia que terminaron con invasión a la cancha por los aficionados.
Se jugaba el minuto 63 del partido cuando en las tribunas comenzó un enfrentamiento a golpes entre seguidores de ambos equipos.
Ante la incapacidad de resolver los incidentes, debido al escaso control de seguridad en las tribunas, se abrieron los accesos a la cancha para que la gente se pusiera a salvo.
Debido a la invasión de seguidores, el partido se detuvo y los futbolistas se dirigieron a los camerinos.
Querétaro tenía en el banco al volante colombiano Kevin Balanta; mientras que en Atlas estaban en la cancha, el portero Camilo Vargas y el delantero Julián Quiñones.
Varios hinchas, entre ellos familias con niños, buscaron ponerse a salvo mientras que otros trasladaron la violencia a la cancha, donde además fue destruido el módulo del VAR.
El Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, condenó los actos de violencia, precisó que hubo cerca de 30 heridos, sin fallecidos, y exigió a las autoridades deportivas responder por los hechos.
Entretanto, Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX, anunció en twitter que "se castigará ejemplarmente a los responsables. ¡La seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad!".
En la madrugada de este domingo, se confirmó que los partidos: Pumas-Mazatlán; Pachuca-Tigres y Tijuana-San Luis, fueron aplazados.
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